La Fortaleza Encubierta: Entendiendo la Vulnerabilidad en las Mujeres

Introducción

En el transcurso de mi práctica clínica, me he encontrado frecuentemente con mujeres que personifican la resistencia y la fortaleza. Mujeres que enfrentan los desafíos de la vida con una aparente invencibilidad, protegiendo a sus hijos y buscando soluciones incansablemente. Sin embargo, esta fortaleza exterior, ¿es siempre un reflejo de la verdadera fuerza interior?

La Máscara de la Fortaleza

Al profundizar en sus historias y escuchar sus relatos íntimos, me doy cuenta de que esta ‘fortaleza’ es a menudo un mecanismo de protección, una coraza forjada por la necesidad de sobrevivir. Detrás de esta fachada de invulnerabilidad, muchas de estas mujeres se sienten, en realidad, débiles y vulnerables. Esta vulnerabilidad es transformada, en ocasiones, en una fortaleza que puede manifestarse incluso en forma de agresión.

La Incapacidad de Vivir la Vulnerabilidad

Estas mujeres sienten que no pueden permitirse vivir su propia vulnerabilidad; creen que si se conectan con ella, se derrumbarán y no podrán levantarse. Existe la percepción de que si no se cuidan a sí mismas, nadie más lo hará. Este sentimiento es profundamente arraigado y a menudo se origina en experiencias tempranas de la vida.

Las Raíces en la Infancia

Al explorar las historias de su infancia, se revelan las raíces de esta percepción. Muchas han crecido con padres o madres que eran maltratadores o demasiado absorbidos en sus propios problemas como para estar disponibles emocionalmente. En estas circunstancias, el niño aprende que para sobrevivir debe ser autosuficiente, creyendo que necesitar a otros es un signo de debilidad.

Fortaleza vs. Vulnerabilidad

Esta reflexión nos lleva a cuestionar: ¿es realmente lo mismo ser fuerte que no sentirse vulnerable? Yo creo que no. La verdadera fortaleza no reside en la negación de nuestra vulnerabilidad, sino en la capacidad de reconocerla, aceptarla y, a pesar de ella, seguir adelante. Reconocer nuestras debilidades no nos hace más débiles; al contrario, nos permite enfrentar la vida con una comprensión más profunda de nosotros mismos y de nuestras necesidades.

Conclusión

Estas mujeres, que parecen inquebrantables, nos enseñan una lección valiosa sobre la fortaleza humana. No se trata de la ausencia de miedo o debilidad, sino de la habilidad de seguir adelante a pesar de ellos. Al entender y abrazar nuestra propia vulnerabilidad, podemos comenzar a desmantelar la coraza que hemos construido y encontrar una fortaleza más auténtica y duradera, una que reconoce y honra todas las partes de nuestro ser.

Si quieres saber más o quieres que te ayudemos a trabajar tu fortaleza no dude a contactar con nuestro servicio de psicología en Reus.

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